Te sorprenderá descubrir que dichos productos no tienen nada de natural. ¡Bienvenidos al mundo de los acidulantes, espesantes, conservantes y otras sustancias químicas de nombres impronunciables!
1. Surimi
La carne blanca del surimi suele hacerse con merluza de Alaska, un pescado mucho más barato que el cangrejo. Esta carne se mezcla con almidón, sal, azúcar y muchos otros productos químicos. El producto final está muy lejos de ser las patas de cangrejo que creíamos haber comprado.
2. Queso en lonchas separadas por un film plástico
Todos hemos comprado queso en lonchas en alguna ocasión para ponerlas en los sandwiches o en las hamburguesas caseras. Además de no estar demasiado buenas, estas lonchas no merecen ni siquiera llevar el nombre de “queso”. Para eso, el producto debería contener al menos un 51% de queso, algo que no ocurre en este caso ya que la mayoría de los ingredientes de las lonchas son químicos.
3. Puré en polvo
Es verdad que estos copos están muy buenos ¡pero tienen muy poco de natural! Un polvo que se transforma en puré al disolverse en agua o leche es por lo menos, extraño. Los fabricantes industriales han encontrado el modo de reemplazar buena parte de los ingredientes básicos del puré para reducir su coste. ¡Os invitamos a leer atentamente su composición!
4. Margarina
La margarina se suele considerar como una alternativa más saludable que la mantequilla. Sin embargo, este alimento contiene una gran cantidad de grasas saturadas calentadas a alta temperatura. Dichas grasas son peligrosas para la salud, especialmente para las arterias y el corazón. Por lo tanto es mucho más recomendable consumir la mantequilla tradicional.