El bar de erizos Harry´s Café se diversifica, acogiendo a partir de ahora bebés nutrias y chinchillas.
A los habitantes de Tokio les encanta ir al Harry´s Café para acariciar y jugar con los erizos que hay en el local. Desde hace poco, este singular establecimiento también permite que las chinchillas y bebés nutrias atraviesen sus puertas. El local ha acondicionado zonas por las que los animales pueden transitar libremente. Allí pueden beber agua, alimentarse o divertirse con juguetes adaptados para ellos. También existen zonas más tranquilas en las que los clientes pueden disfrutar de su compañía.
El Harry´s Café propicia el contacto entre los clientes y los animales. Las personas que acudan al local incluso los pueden acariciar y divertirse con ellos. Sin embargo, deben conocer y respetar sus hábitos, que difieren de una especie a otra. Por ejemplo, cierto tipo de erizos toleran las caricias de los visitantes mientras que a otros no les gusta que les toquen. Las nutrias se divierten mejor con juguetes mientras que a las chinchillas les gusta que les hagan mimos. Ni que decir tiene, que el local es una especie de guardería para animales. Además de esos momentos en compañía, los clientes del Harry´s Café saben que los animales necesitan sus momentos de tranquilidad en los que no hay que molestarlos. ¿Veremos algún día algo similar en nuestros bares y cafeterías?