Nos encanta la fresa: para un postre, en un plato o en nuestras bebidas favoritas, no nos cansamos de ella. No sólo es deliciosa y beneficiosa para la salud sino que también es muy buena para tu piel. Saca partido a sus numerosas virtudes y conviértela en un aliado para tu belleza usándola cotidianamente en tus mascarillas, cuidados y exfoliaciones.
¡Las fresas no sólo tienen su sitio en la cocina sino también en tu cuarto de baño! La fruta de la temporada se transforma en un auténtico cosmético para integrar en tu rutina de belleza de cada día.
La encontramos hoy en día en numerosos cuidados para el rostro debido a sus beneficios: permite luchar contra el acné, los puntos negros así como con todas las imperfecciones generales de la piel gracias a su alta concentración de vitamina C, minerales y nutrientes.
También se usa como un exfoliante: su textura granulosa gracias a sus granos negros externos permite limpiar, exfoliar y de desincrustar tu piel de manera suave. Te bastará con machacar algunas fresas y masajear tu rostro con el puré obtenido de las fresas.
La fresa también posee propiedades de aclarado que hacen de ella un muy buen ingrediente anti-edad. Podemos usarla con regularidad en cuidados anti-arrugas para obtener un color revitalizado y fresco.
Además de sus efectos limpiadores, anti-imperfecciones y anti-edad, la fresa tiene sobre todo un efecto hidratante en la piel. Por lo tanto, puedes usarla como mascarilla hidratante si tienes la piel seca. Acompaña algunas fresas con una cucharada de yogurt griego y un hilillo de miel para reforzar su efecto hidratante y póntelo como mascarilla sobre tu rostro de 10 a 30 minutos para un efecto óptimo.
Encontrarás numerosos productos de belleza con extractos de fresa en las tiendas, pero te aconsejamos que los hagas en casa con estas recetas sencillas para obtener los mejores resultados posibles. ¿Te quedan algunas fresas en el fondo de tu nevera? ¡No las tires y úsalas para realizar algunos de estos cuidados caseros para obtener una piel resplandeciente!